En los últimos años, los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) han ganado protagonismo en el mundo empresarial y financiero. Sin embargo, su adopción aún enfrenta resistencias debido a conceptos erróneos y temores infundados.
En este artículo, abordaremos y desmentiremos algunos de los mitos más comunes sobre el cumplimiento ESG, con el objetivo de fomentar una comprensión más clara y precisa de su importancia y beneficios.

Conceptos erróneos más comunes sobre el ESG
Mito 1: El ESG es solo una estrategia de 'greenwashing'.
Aún seguimos escuchando algunas criticas sobre que las iniciativas ESG son meramente tácticas de marketing sin impacto real. No obstante, muchas empresas están implementando acciones concretas y medibles en sostenibilidad y responsabilidad social. Estas acciones van más allá de la imagen corporativa, buscando generar un impacto positivo tangible en el medio ambiente y la sociedad.
Por ejemplo, empresas como Microsoft han demostrado un compromiso genuino con la sostenibilidad. Esta ha implementado programas concretos para lograr un futuro sostenible, incluyendo principios rectores y métricas que miden su progreso en sostenibilidad. Además, ofrecen productos como la "Nube de Microsoft para la Sostenibilidad" y el "Panel de Impacto de Emisiones" para ayudar a otras organizaciones a rastrear sus iniciativas ESG.
Mito 2: Invertir en ESG reduce la rentabilidad financiera.
Existe la percepción de que las inversiones responsables sacrifican retornos económicos. Sin embargo, estudios demuestran que las empresas con sólidos criterios ESG pueden igualar o incluso superar en rendimiento a aquellas que no los aplican, al gestionar mejor los riesgos y aprovechar oportunidades sostenibles.
Un estudio de Harvard University "ESG Matters" publicado en 2020 indica que las empresas con buenos ratings ESG generalmente tienen una mayor rentabilidad. Específicamente, se observó que un mejor desempeño en ESG correlaciona con márgenes de EVA (Valor Económico Añadido) más altos, spreads de EVA más amplios y un mayor Retorno sobre el Capital Invertido (ROIC). Además, las empresas con altos puntajes ESG tienden a tener un ROE (Retorno sobre el Patrimonio) más elevado, lo que indica una gestión eficiente del capital.
Mito 3: El ESG es una moda pasajera impulsada por agendas políticas.
Aunque el ESG ha ganado atención recientemente, sus raíces se remontan a décadas atrás, reflejando una evolución en la conciencia empresarial hacia prácticas más sostenibles y éticas. Su creciente adopción responde a demandas reales de consumidores, inversores y reguladores, más allá de tendencias temporales.
En The Good Goal, demostramos que la sostenibilidad no es solo una tendencia, sino un modelo de negocio viable y con impacto real. Ayudamos a individuos y organizaciones a reducir su huella ambiental mediante objetivos medibles y soluciones tecnológicas innovadoras. Nuestro enfoque confirma que el ESG no solo ha llegado para quedarse, sino que está transformando la manera en que las empresas operan y se relacionan con su entorno.
Desmontando miedos a la complejidad
Mito 4: Implementar criterios ESG es demasiado complejo y costoso.
Si bien la integración de prácticas ESG requiere una planificación cuidadosa, no necesariamente implica costos prohibitivos. Muchas empresas comienzan con pasos graduales, como evaluar sus operaciones actuales y establecer objetivos alcanzables. Además, existen recursos y marcos disponibles para guiar a las organizaciones en este proceso, facilitando una implementación efectiva y eficiente.
Apple ha encabezado listas de empresas con ingresos sostenibles, alcanzando 259 mil millones de dólares en ingresos relacionados con sostenibilidad, lo que representa el 71% de sus ingresos totales. Esto indica que la implementación de prácticas ESG puede ser rentable y manejable.
El ROI real de las inversiones en ESG
Mito 5: Las inversiones en ESG no ofrecen un retorno financiero claro.
Contrario a esta creencia, las inversiones que consideran factores ESG pueden conducir a un mejor desempeño financiero a largo plazo. Al abordar riesgos ambientales y sociales, las empresas pueden evitar costos futuros y mejorar su reputación, lo que se traduce en ventajas competitivas y retornos financieros positivos.
Empresas como BASF han reducido a la mitad sus emisiones de CO₂ desde 1990 mientras duplicaban su producción, demostrando que es posible combinar crecimiento económico con prácticas sostenibles. Este enfoque no solo mejora su desempeño ambiental, sino que también impulsa su rentabilidad.
Conclusión
Desmentir estos mitos es esencial para promover una adopción más amplia y consciente de los criterios ESG. Lejos de ser una carga o una moda pasajera, el cumplimiento ESG representa una oportunidad para que las empresas se alineen con las demandas actuales de sostenibilidad y responsabilidad, generando valor tanto para sus accionistas como para la sociedad en general.
Fuentes
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